La alfalfa resiste la oleada de calor en el centro-sur de Córdoba Con temperaturas que van de 34 a 38 grados, los cultivos son impactados por la ola de calor en el centro de Córdoba. En el caso de la alfalfa, aunque es un cultivo aguantador, la necesidad de agua es imperiosa.





Las fotos aportadas por el ingeniero Pepe Marcelino, exjefe del INTA Río Cuarto, muestran dos situaciones en la zona de Ucacha y Bengolea (imagen del 10 de diciembre, a las 13:00 horas), cuando el termómetro marcaba 34 grados. La alfalfa se defiende, aunque con seguridad su rebrote quedará más desparejo y habrá pérdida de hojas, en tanto que los maíces están a punto de entrar en marchitez permanente y ya pueden verse áreas necróticas en hojas.

El cultivo de maíz en la región, también sufriendo la falta de precipitaciones

La forrajera capaz de enfrentar el déficit hídrico
Conservativa, eficiente y resistente. Así es la alfalfa, una forrajera capaz de enfrentar al déficit hídrico por su capacidad de extender sus raíces hasta una profundidad de seis metros para extraer humedad de las napas.

“La alfalfa es una especie perenne con capacidades morfológicas y fisiológicas para tolerar el déficit hídrico”, asegura Daniel Basigalup, técnico del INTA Manfredi –Córdoba– y autor del libro “El cultivo de la alfalfa en la Argentina”, quien, además, destacó que la planta “aumenta la eficiencia en el uso de agua, a medida que el estrés hídrico se incrementa”.

Para esto, cuenta con un sistema radical
robusto y profundo, cuya función principal es la absorción de agua. “Sus raíces
se pueden extender hasta una profundidad de seis metros para extraer humedad de
las capas profundas del suelo, si no existen impedimentos en el perfil”,
explicó.

“Esta fuente de agua puede suplir,
parcialmente, las necesidades del cultivo, en mayor proporción a medida que la
precipitación efectiva anual disminuye”, especificó.

No obstante, el especialista advirtió que “si
bien la alfalfa puede resistir largos períodos de sequía, esta situación la
obliga a reducir la expansión de las hojas, lo que afecta la fotosíntesis, la
intercepción y la eficiencia de uso de la radiación”. Esto provoca que la
producción de materia seca se reduzca rápidamente.

De acuerdo con Basigalup, la producción de
forraje estará condicionada, principalmente, por la captura de los recursos
agua y radiación solar, sumado a las condiciones de temperatura que pueden
ejercer algún grado de limitación en la eficiencia de uso de aquellos recursos.





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